Es evidente que la
sobrecarga de información a la que estamos sometidos en la actualidad, que
creció exponencialmente con la aparición y el desarrollo de los smartphones y
las distintas redes sociales, supone un verdadero problema para la mayoría de
usuarios. Probablemente este problema sea aún más duro de llevar para la
mayoría de los internautas que todavía usan Internet de forma pasiva, es decir,
lo que era la antigua "web 1.0"; para los usuarios más activos, los
que conocen y entienden el entorno 2.0, consumidores y productores de
información es un problema más fácil de llevar, ya que están más involucrados
con sus PLE's y con sus PLN's y suelen disponer de herramientas o instrumentos
que ofrece la propia web para la gestión y clasificación de toda esa ingente
cantidad de información a la que estamos sometidos a diario.
De ahí que la mayoría
de los artículos que he encontrado sobre infoxicación (como la definió A.
Cornellá) se centren en el problema que supone para los internautas.
Tanto el artículo
de David Soto http://davidsotoro.com/infoxicacion-era-digital/, como el de Jaime Dueñas http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-4189156, explican el concepto y la problemática
que va unida a él. Pero el segundo ofrece algo más, y es la idea de que la
propia solución al problema también está en la red, en referencia a que esta ofrece un amplio número de herramientas para seleccionar y gestionar esta
sobrecarga informativa. Como dice el propio J. Dueñas en el artículo "en realidad, la infoxicación ocurre por una
carencia de cultura de uso: a medida que una persona adquiere más experiencia y
adiestramiento, aprende a utilizar herramientas que le permiten ser mucho más
eficiente en su manejo. Vivir en un entorno intensivo en información nos enseña
a priorizar y a manejar esa información de maneras más eficientes, y la
tecnología –que, según algunos creó el problema– es en realidad quien nos ayuda
en muchos casos a solucionarlo".
Como curiosidad he
encontrado este dato en el segundo artículo:
En 2008 se crearon 487 mil millones de
gigabytes de información.
Es evidente que sin un
buen puñado de herramientas que nos ayuden a seleccionar, encauzar y gestionar
este volumen de información, cualquier interacción con la Red, ya sea "en
modo" pasivo o activo puede volverse una tarea casi imposible.
Podéis encontrar los
dos artículos en mi espacio en Delicious (rchain).
Saludos.
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